viernes

Petite mort

Hoy tuve ojeras todo el día
el reflejo de las vitrinas en la ciudad me 
lo recordó un par de veces  
Una sensación de calor en el rostro,
la garganta a fuego
por el vino y los Dunhill
en cantidades desmesuradas
que acompañaron la noche
También estuve moviéndome a penas
como si ostentara más de cuarenta o cincuenta
el cuerpo jodido jodido de verdad
ganas de ser un pájaro
o cualquier otro ser vivo ágil 
la cabeza dandovueltas  
y la visión difusa  llena de manchas
un sabor amargo en la boca que no se va con nada
un dolor de boxeador    ganador
Hoy estuve muerte todo el día
Pero por dentro
es decir bien adentro
es decir en mi espíritu 
un solo pensamiento 
su respiración agitada en mi oído
sus manos acariciando mi pelo
mis manos acariciando su piel
nuestros brazos y piernas entrelazándose en paz
una boca perfecta que se entrega
Mi cuerpo y mi mente 
más vida
que nunca

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